Caminando por Galicia
Siguiente colaboración del grupo «Os camiñantes do Eume», grupo basado en la provincia de A Coruña que realiza rutas de senderismo por Galicia una vez al mes. En esta entrada nos cuentan la ruta de senderismo realizada el mes de diciembre, os dejo con ellos 🙂
En el mes de diciembre decidimos hacer una ruta de senderismo en el ayuntamiento de Muras (Lugo); por la prensa nos enteramos de que habían inaugurado una senda circular que tenía su inicio y final en O Viveiró; la noticia decía que la longitud de la ruta era de 16 quilómetros, la distancia perfecta para nuestro grupo.
El paisaje: A Serra do Xistral
O Viveiró (Muras, Lugo) está situado en un valle de A Serra do Xistral , al norte de la provincia de Lugo. En A Serra do Xistral encontramos unas montañas alomadas y de no mucha altitud, ideales para practicar senderismo. Un intrincado macizo de aspecto aparentemente amable se levanta casi al borde del mar Cantábrico que, habitualmente, envía su carrusel de nubes que chocan en estas montañas, descargando constantes precipitaciones en medio de la densa niebla. En invierno, a pesar de su moderada altura (las cumbres apenas rozan los mil metros sobre el nivel del mar), la lluvia se transforma en nieve.
Así, el paisaje que encontramos en O Xistral parece una réplica de montañas del norte de las islas británicas o de Escandinavia: grandes superficies de turberas envueltas por niebla y misterio. El régimen de precipitaciones y la orografía hace que en sus entrañas nazcan numerosos ríos que fluyen hacia cuencas diferentes.
Los montes de esta sierra fueron explotados únicamente por la ganadería extensiva utilizando vacas y caballos que, aún hoy, pastan libres. Actualmente, el gran recurso energético de estas sierras, el viento, es intensamente aprovechado.
Las condiciones meteorológicas en O Xistral pueden ser muy duras y sorprendentes: en pleno verano puede cubrirse de intensa niebla en minutos. Debemos consultar el parte meteorológico antes de emprender cualquier excursión.
Ruta do Rego dos Coruxos
Salimos de Pontedeume a las 7.15 de la mañana y no bajamos del bus hasta llegar al punto de inicio de la ruta.
La bajada en autobús al lugar de O Viveiró es espectacular; carretera de montaña sinuosa que nos permite divisar las suaves lomas y los campos cuidados. Llama la atención la cantidad de vacas y caballos que campan a sus anchas por los prados y montañas.
Buena parte de los caballos son ejemplares de pura raza gallega, pequeños y de ancho lombo que crecen prácticamente en libertad en esta sierra. Son animales tan recios como mansos, que gozan de una privilegiada vida. También nos encontramos con un rebaño de ovejas pastando tranquilamente en el medio de la carretera con tres mastines como pastores que,a la llegada del autobús se separan con parsimonia, demostrando que este es su territorio.
La carretera desemboca directamente en la plaza de la Iglesia de Viveiró; lo primero q nos llama la atención es la amplitud de la plaza que denota la importancia de este lugar en algún tiempo. Nos saluda la Iglesia y su llamativo cementerio.
En esta plaza se ubican dos negocios con tradición: Casa Cándida, conocida por sus ‘siete platos’ y Casa Víctor que, después de una reforma moderna y funcional, reabrió sus puertas como casa de comidas tradicional.
Casa Cándida cierra los domingos pero los hermanos que regentan Casa Víctor nos ofrecieron abrir su local a unas horas poco frecuentes para ellos y nos prepararon un suculento desayuno antes de iniciar la ruta. En Casa Víctor también nos deleitarían con un buen cocido al finalizar nuestra andaina.
La ruta prometía durar poco pues la información previa que teníamos nos decía que la ruta tenía 16 quilómetros y lo cierto es que solo, para alegría de muchos, tiene 9.5 quilómetros. También nuestros fotógrafos se alegraron porque podrían hacer fotos con toda la calma que a ellos les gusta.
Parece que los duendes se aliaron con nosotros y, aunque nos precedieran días de lluvia y niebla, tuvimos un un tiempo muy bueno para hacer senderismo.
Iniciamos la ruta en panel de explicativo de la misma; aprovechamos para leer detenidamente toda la información que hay en los tres paneles del aula medioambiental allí ubicada para introducirnos sobre la flora y la fauna de esta sierra.
Hay tres tramos bien diferenciados: Viveiró- Coruxos, Coruxos- Xurrosa y Xurrosa- Viveiró. Está perfectamente señalizada , con indicadores de madera en los cruces,indicadores de carreros longitudinalmente colocados en la ruta en tramos no asfaltados e indicadores de situación que nos dice el punto donde nos encontramos.
Tramo 1: Viveiró- Coruxos
Por una pista asfaltada llegamos al lugar de Coruxos donde los tres vecinos del lugar salieron a nuestro encuentro pasa charlar un poco y comentarnos la suerte que habíamos tenido con el tiempo y que en algunas zonas soplaba un viento intenso.


Tramo 2: Coruxos- Xurrosa
Seguimos subiendo suavemente y llegamos al que para mi es el tramo más bonito de la etapa (desde Coruxos hasta Xurrosa).
En el puente de Coruxos sacamos muchas fotos; a partir de ahí el tramo transcurre por una carballeira paralela a “ O Rego dos Coruxos». El río lleva mucha agua y su sonido nos acompaña durante todo el tramo.





Tramo 3: Xurrosa-Viveiró
La ruta no representa ninguna dificultad técnica, salvo un par de pasos de piedra sobre el río. Al llegar a Xurrosa tardamos en encontrar las señales que finalmente nos indicaban que había que cruzar el río por unas piedras colocadas estratégicamente y con una cadena humana pudimos sortear sin problema para continuar la ruta por el otro lado del río.



Algunas zonas del terreno son muy húmedas y fangosas pero nada que nuestras botas no soportaran sin problema.
Siguiendo el río en sentido contrario llegamos nuevamente a Viveiró y como teníamos mucho tiempo antes del “ merecido” cocido, nos dedicamos a pasear por los alrededores sacando fotos, charlando y disfrutando un día más de nuestras rutas .
En Casa Víctor compartimos local con muchos cazadores y también tuvimos la visita de Papá Noel porque en nuestro grupo hay personas que no se cansan nunca. Gracias Jose.
